El miedo alimenta el miedo

 

Testimonio escrito por Zaira Domínguez tras asistir a una de las funciones de «Todas las vírgenes», segundo capítulo de El puro lugar.

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El miedo alimenta al miedo… No hay una mejor forma de mantenernos callados, inmóviles, sumisos… Nada más adecuado para un Estado cada vez más totalitario… que nos succiona el alma… que nos vuelve autómatas, dispuestos a obedecer a sus intereses…

¡No debemos permitirlo!, como hicieron los actores de Cúcara y Mácara, después de ese ataque brutal de intolerancia, debemos seguir haciendo lo que creemos importante, lo que nos gusta, debemos defender ese pequeño espacio que es nuestro y colectivo, surgido de necesidades de todo tipo, de la pura gana de hacer o cuestionar todo lo que nos rodea… si no.. ¿de qué se trata?

Ahora vivo una época que me llena de desolación, desaliento, pero proyectos como este contribuyen a reafirmarnos, a seguir viviendo, con la convicción de que vale la pena continuar defendiendo las cosas que sentimos indispensables.

Ayer (jueves 05 de mayo) se cumplieron 11 meses de la agresión a los estudiantes de la Universidad Veracruzana… ¿donde están los culpables? No debemos acostumbrarnos a la violencia cada vez más generalizada.

Gracias por tender estos puentes, por reunirnos y mantener la memoria colectiva.

Zaira Domínguez

 

 

 

Una experiencia para reflexionar

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Anoche, jueves 05 de mayo, al salir de una función del segundo capítulo de El puro lugar, experimenté cierto malestar por razones no del todo desconocidas ni completamente aprehendidas; esta incomodidad me llevó a escribir las siguientes reflexiones que, si bien no abordan las causas del malestar -porque no son fácilmente abordables-, cumplen, en mi caso, la función reflexiva a que me invita participar en esta experiencia.

Testimonios directos de tres actores que fueron víctimas de la agresión a la Infantería Teatral cuando representaron Cúcara y Mácara en 1981 en el teatro Juan Ruiz de Alarcón: Héctor Moraz, Arturo Meseguer y Hosmé Israel, más otros dos actores de la actual ORTEUV, Karina Meneses y Félix Lozano, quienes en tiempo real registran, preguntan, elaboran cartografías que los enlazan con los hechos de aquel 1981, con aquella agresión a los actores, a la obra, al arte. Karina cuenta algo que le contó su madre y que nos evoca, nos recuerda, la reacción popular de los sectores alcanzados por las presentaciones de principios de los 80 del siglo pasado, en Xalapa y la Ciudad de México, y las reacciones de la jerarquía y el clero católico, registradas por los medios, que reflejaban una reacción iracunda e intolerante frente a un texto que vulneraba -sostenían-, a uno de los pilares de la religiosidad del pueblo mexicano, la Virgen de Guadalupe, cuando verdaderamente lo que se impugnaba eran los fundamentos -localizados en la ignorancia- de esta religiosidad, utilizados para sostener la explotación de un pueblo y los privilegios de las clases poderosas.

Se trata, Cúcara y Mácara de una obra provocativa, sin duda. Me sorprendió enterarme que la prohibió la Presidencia de la República, creí que se había decidido no presentarla más como una especie de autocensura que buscaría evitar riesgos, como si el mensaje hubiera tenido efectividad. Relacioné, nuevamente, la experiencia de Cúcara y Mácara con los sucesos de 2015, en París, Francia, en torno a la revista Charlie Hebdo que ha hecho burlas, chistes, contra Alá, ofendiendo, sin la intensión de hacerlo, la fe de los musulmanes, y que un grupo extremista reaccionó de la manera más cruenta posible asesinando a los líderes de aquel rotativo.

La crítica, el cuestionamiento, el escarnio, se hacen dentro de un sistema de pensamientos que sea cómodo, aceptable, pero cuando no se comparte la ideología del creador el rechazo es inevitable, lo que nunca justifica la violencia como vehículo de esa reacción.

Los testimonios de los actores presentes de Cúcara y Mácara nos hacen «vivir» el momento de aquella fatídica función. La pérdida de la memoria de hechos que se quisieran recordar y la insistencia, el empecinamiento, de los que se quisieran olvidar por el dolor que produjeron y producen y que, a la vez, alimentan el coraje, el valor para continuar en el camino elegido, sin torcer el rumbo. Se rompen los huesos, la carne pero se rompen también las ilusiones, los sueños, las visiones más o menos esféricas, perfectas de la vida, las cosas ya no son las mismas después de este gran dolor infligido por otros, cobardes, amparados en la superioridad numérica, en las armas y en el actuar premeditado, calculado para someter al otro, para nulificar su voluntad, su dignidad, su libertad.

Debo confesar que esperaba más actuación, más drama, más fuerza, desde el primer capítulo. «No es propiamente teatro» escuché decir en la primera función, es más bien, decían, un trabajo antropológico, histórico, político. Creo que tiene un poco de todas estas cosas, tal vez es un teatro que busca incorporar la realidad. En la realidad, lo «real» innombrable tiene más preeminencia que en la escena, en ésta, tal vez lo acotemos más, sin que desaparezca.

Me pareció interesante el contraste que percibí entre los testimonios de los actores presentes; sin que hubiera polaridad, uno descansaba más en el miedo, el dolor, las pérdidas, la reconstrucción, el otro, incluyendo estas cosas, en no dejarse vencer por el miedo, en trascenderlo hacia una posición de valentía y denuncia frente a todo tipo de injusticia e impunidad.

El otro hecho de violencia, impune hasta el momento, el más actual, estuvo omnipresente tanto por el espacio, vibrante, de la función, el minúsculo cuarto de San Bruno que, una noche impensada, inimaginada de nuestros atroces tiempos, en nuestra querida ciudad, albergó 18 cuerpos y magnitudes insospechadas de furia, alevosía, injusticia, cobardía, angustia, terror, impotencia, como por los testimonios escuchados virtualmente de algunos de los muchachos violentados aquel 05 de junio de 2015.

Me pregunto ¿cómo sería un ejercicio de intercambio de ideas entre el pequeño público asistente, como una forma quizás alternativa al registro escrito de las impresiones? El puro lugar es una experiencia, sin duda, compleja, de muchos elementos, es un proceso, lo que la hace más interesante, no es un solo tiro; seguramente seguirá dando pie a la reflexión.

Juan Capetillo

Un rap para San Bruno

Letra del rap cantado en las escaleras de la antigua fábrica de San Bruno, dedicado a los Mártires del 28 de agosto y compuesto expresamente por Ignacio Córdoba para  los recorridos del Capítulo Uno de «El puro lugar». 

Escapularios

«Un profundo sentimiento para el barrio de San Bruno»

Años veinte,

un país con semblante fuertemente gris,

y un matiz difícil de sacudir en sus pieles rojo carmesí.

Apenas se reconstruye, y a saber de sí…

Estas tierras donde reina la tristeza,

donde llora día a día la miseria la incipiente clase obrera.

Ya cosecha entre la niebla, un poco de conciencia conociendo acerca

de la ardua lucha emprendida en Rusia,

y aunque a muchxs no apetezca les parece seria…

¡Les parece justa! Y a esas alturas,

después de ser por decenas de siglos, aquél

humillado y explotado, esta le impulsa.

¡Esta le impulsa!

¡Esta le impulsa, hacia la lucha!

¡Esta le impulsa!

¡Esta le impulsa, a encender la llama, a emprender la lucha!

¡La sangre del barrio te llama!

La sangre del barrio proletario no es para nada liviana,

esta se forja a diario,

tras cada lágrima que se derrama en cada una de las lápidas,

debido a la violencia creada y perpetrada por el mismo ser Humano.

¡Ser Humano inhumano avaro!

¡Se vuelve grávida!

Y dará vida a la organización.

Hoy en Xalapa, se cuentan las anécdotas obreras de la fábrica…

Estando hartas y hartos de soportar agravios,

de soportar jornadas arduas y largas de 15 horas diarias de trabajo sin descanso,

de ser presas del maltrato del pesudo, opulento y sanguinario hacendado;

para llevar a casa el bocado, si acaso alcanza para algo el minúsculo salario,

e inspirados por obreros rebelados en Río Blanco.

Se va expandiendo el Sindicato, y por ello el Estado,

aliado al patrón, la CROM, y autoridades de trabajo,

les ataca en un día de verano, un 28 de Agosto dicta el calendario, el año, 1924.

Dejando obreros a su paso tirados fríamente sobre el suelo agonizando…

¡Apuñalados!

y a otros tantos disparados,

también personas que al momento iban de paso,

llevándose a otros doce obreros y miembros del sindicato secuestrados

para, en el camino, posteriormente acribillarlos…

finalmente.

Y en palabras hoy en día de un anciano:

«No querían sindicatos los terratenientes»,

y el ideal del Comunismo libertario,

aun latente, presente, vigente, naciente y muriente,

¡fue replegado a balazos, como en otros tantos casos…!

¡Fue replegado a balazos, como en otros tantos casos…!

Olvidarán el mundo, así sean para algunos, solo noventa minutos,

para ellos es su vida, el sueño ir a la conquista de la liga,

en el bravío y combativo barrio proletario de San Bruno,

portarán los colores del estrella roja, en su emblemático y mítico equipo…

¡les mueve el fútbol y el orgullo!

¡Y olvidarán el mundo, así sea por segundos!

Un profundo sentimiento para el barrio de San Bruno…

Un profundo sentimiento para el barrio de San Bruno…

 

Blut and’krieg.

21 impresiones – Capítulo 1

Al final de cada uno de los recorridos, nuestros invitados nos ayudaron a elaborar un mapa del barrio de San Bruno con sus trayectos, y también nos compartieron sus testimonios. Aquí compartimos algunos.

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21 testimonios, 27 al 30 de abril de 2016

Xalapa, Veracruz.

1

El recorrido me pareció muy interesante, pensar en el barrio y su historia de lucha, no es coincidencia que hayan sucedido tantas cosas, es importante que la represión no calle a las voces valientes que hacen algo para que este mundo sea más justo.


2
Fue interesante saber un poco más del lugar donde realicé mis estudios de la licenciatura, el saber que fue conocido como el “cuadro” y como estos eventos son tan contemporáneos.


3
Desde el inicio fue grata la experiencia, porque hubo un trato cordial, personal, por parte de la ORTEUV. Saber la historia de hechos que parecieran, no, que son cíclicos y que afectan a los grupos más desprotegidos siempre, para beneficiar a los grupos privilegiados de siempre ha sido conmovedor, con una indignación que conozco, con la que he crecido y a pesar de la cuál ha crecido. Ustedes visibilizan la memoria histórica y resignifican la historia de la resistencia de un barrio, de familias y de los trabajadores que fueron asesinados. No mártires, sino luchadores sociales dignos. Gracias por esta experiencia. Gracias a la compañía, gracias a Benjamín por guiarme en este aprendizaje.
Que nuestros actos sigan articulándose para no repetir esas historias. Araceli González


4
Felicito el trabajo de cada uno de los actores, de verdad es importante desde ver la fábrica, movimiento, gente, olores, vistas, sensaciones. La historia del recorrido es sumamente importante para mí, puesto que son vidas desvanecidas que a la fecha se repiten, que como personas no hemos crecido, no hemos valorado, la lucha se reprime, las ganas se pierden, y !el miedo aumenta!


5
Para mí es importnte detenerme a pensar en el futuro, lo hago con frecuencia. Desde hace algunos años cada vez que lo hago, lloro. No soy romantica ni sentimental. Pero claro que me hiere la realidad, me da miedo cada vez que mis hermanos salen y tardan afuera. Estoy estudiando Derecho y mi sueño es ser defensora de Derechos Humanos pero se que probablemente intentarán hacerme desistir. Esta experiencia fue muy profunda para mí, dedicamos un momento a hablar de quienes fueron silenciados.


6
100 años y siguen pasando las mismas cosas. Creo que incluso si conociera las razones más profundas que provocaron estos eventos no podría entender la capacidad de tanta violencia, tanta impunidad, tanta falta de humanidad. Me pregunto si esos seres que fueron responsables de dichos eventos, han sentido elmiedo que yo siento hoy, cada noche que camino por las calles de mi ciudad, de mi hogar. Si acaso ellos saben lo que se siente ser inocente y morir por ello, o hacer tu trabajo, cuidar a tu familia y morir con ello, o tener que vivir después de que tus compañeros murieron por ello. Yo creo que el único camino a la paz es el arte de cualquiera de sus expresiones, porque no hay mejor forma de devolverle a una criatura de esas, el alma, que claramente, ha perdido.


7
Mucho miedo, ganas de que todo esto tenga una mayor visibilidad. ¡¿En qué momento una tranquila ciudad de provincia se transforma en esto?! Esta no es la tranquila provincia que existía en los 80s, creo que nunca lo fue. Tanta violencia contenida tantos agravios, tanto enojo. La parte más rescatable de esta terrible historia o historias es ver que aún momentos de tantas dificultades, la comunidad emerge, el sentidano de ayudarnos mutuamente, conocernos a través de estas historias es vital. Gracias por el madzo. Gracias por el atrevimiento. Enrique Ceja 29/IV/2016


8
Me encantó la experiencia. Vivir la historia de hechos dolorosos acompañada por mi guía, quien me ayudó a recordar con datos más exactos el movimiento de la fábrica de San Bruno. Luego la historia se va entretejiendo con Cúcara y Mácara y con los hechos de 2015. Todo producto del abuso y prepotenciaque cadaz se vuelve más cínica.
Gracias por hacernos vivir estas historias desde otra mirada. No podemos olvidar lo que ha pasado. No podemos igualarlo. Felicidades a todos. Han hecho un maravilloso proyecto. V.H.


9
Tenía fuertes expectativas desde que me enteré del proyecto, la curiosidad me acompañó toda la semana, gracias, por aparecer eso que nunca se pierde pero que tratamos de ocultar. Definitivamente me llevo mucho para digerir. Angélica Cristians


10

La verdad estoy sin palabras, tengo muchas cosas en la mente, siento un gran coraje dentro, pero al mismo tiempo tristeza, un hueco que no sé explicar. Una gran labor y mis más grandes admiraciones a su trabajo due algo que funcionó – o bueno a mí me funcionó – Valió la pena.
¡¡Gracias por esta experiencia!!


11
La implementación de una realidad al teatro, podría generar una reacción entre los espectadores donde se entrega una ilusión a los hechos más viles y atroces donde la realidad ya no existe. Las noticias, los chismes y medios de información se hacen tan ajenos a nosotros que llevarlo al arte tendría que generar otra realidad o irrealidades. Atte: La violencia vive en nosotrxs y somos parte de ella… al olvidarla y taparla.


12
Una experiencia inesperada, un trabajo de investigación muy profundo, conocí historias muy impactantes de violencia y finalmente constato lo que siempre he pensado: somos o queremos ser faltos de memoria.


13
La recuperación histórica de cualquier hecho social es parte de la memoria colectiva y debe ser un motor para evitar errores y avanzar hacia la equidad.


14
La recopilación de esa historia fue algo impresionante saber del sufrimiento que no debemos olvidar jamás.


15
La comunión y empatía se han ido perdiendo con el pasar del tiempo, gracias también a la cotidianidad de la violencia y su incremento.
Me fascinó este pedacito de historia xalapeña del cual desconocía completamente.
Alcemos la voz y recuperemos la empat comunión perdida.


16
Un auténtico e insistente, persistente efecto espectral. Gloria Godinez


17
Creo que es una reseña histórica muy importante, en donde me ayudo a reflexionar que la violencia de Estado ha estado presente en todo momento. Tan importante es regresar al pasado para comprender el presente. Ma. Ángeles Godínez Bocarole


18
Realmente soy de las personas a las que no les gusta confrontar este tipo de realidades pero, me gustó el recorrido y hacer conciencia de estos hechos olvidados, desconocidos y poco convenientes de saber pero si estoy de acuerdo con que se haga y los felicito por la valentía.


19

Me deja el cuerpo vacío, y el alma en un hilo. Me voy pensando, imaginando, a un parpadeo del llanto. Manuel Monforte


20
Felicito a la compañía por esta tendencia teatral de asumir una posición política ante la difícil situación en la que vive el Estado de Veracruz. Sé que no es fácil hacer esto, por la agresividad de quienes actualmente detentan el poder. Eso habla de una responsabilidad ética que en estos tiempos es invaluable.


21
Experiencia única.
Xalapa, semillero de rebeldes soñadores que han sido pisoteados, humillados y hasta muertos. Xalapa y sus calles, huelen a sangre, a pólvora, a desaparecidos.
Sentimientos, contrarios, de miedo y terror pero de esperanza de que hay personas que piensan diferente y sueñan con un mundo mas más justo.